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de Ronaldo Diaz, el Viernes, 13 de mayo de 2011 a las 21:03
La verdad es que no sabía cómo comenzar esta nota, le pedía a Dios que me diera un pensamiento, algo para introducirla.
Y como siempre, Dios responde.
Así que esta historia comienza con mi abuelita y yo sentados en su comedor, hablando, conversando, preguntando y escuchando, compartiendo una comida espectacular.
Gracias por leer, hasta pronto, espero sus comentarios…
Es broma.
Ese momento era muy, pero muy agradable, son de esos momentos en los cuales dices: “Podría pasar toda mí tarde aquí” ¿Has vivido algún momento así?
Entonces en algún punto de la conversación mi abuela, comenzó a hablarme sobre su historia de amor. Era la historia del hombre con el cual estuvo casada 66 años, y yo recién tengo 21 años. Eso sí que es compartir toda una vida.
Me conto, que en esos 66 años nunca “miró” a otro hombre, nunca deseó a otro hombre, nunca necesito otro hombre.
Y él fue su primer
Y único
Novio.
Pero esta historia de amor termino hace 3 años. Porque mi abuelo falleció, partió y se fue.
66 años habían terminado.
Ella me conto que una semana antes de morir, mi abuelo, aun sin fuerzas, todavía se levantaba de su cama, iba a la cocina, tomaba a mi abuela por la cintura y la besaba.
Y le decía a mi abuela que debía estar tranquila, que él ya sabía que el momento de la partida estaba cerca. Pero él le aseguraba que la amaba.
Que aun estaba allí
Y que pese a todo.
Todo estaría bien.
Te prometo que en ese momento tenía mis ojos un tanto húmedos.
Y después mi abuela me contó sobre el último regalo que le hizo mi abuelo.
Siempre mi abuelo había escogido las casas donde vivirían los 2, en ese sentido había sido intransigente. Pero cuando llego el momento de comprar la ultima propiedad, con los ahorros que él había guardado, le dijo a mi abuela: “Esta vez, escoge el departamento que tú quieras, esta vez, te toca a ti”.
Una vez más mi abuelo había sorprendido a mi abuela, pese a los 63 años de matrimonio que llevaban.
Aún la sorprendía.
Para mí, esa historia fue inspiradora, me marco, y me atrevería a decir que fue para siempre. Me ayudo a comprender más profundamente lo que es el amor, la perseverancia, lo que es entregarse y acompañarse.
Lo que es amar. (Debo decir, casi como un mensaje subliminal, que: “¡TE AMO baby!”)
Pero esta historia, la cual me ayudo, me inspiro, me enseño y cambio.
Tiene un problema.
Esta historia no tiene ninguna etiqueta.
En esta conversación, no hubieron palabras como: redención, salvación, Jesús, Dios, cruz, expiación, perdón, arrepentimiento, evangelio ni bautismo, por no mencionar otras.
Entonces, al parecer, esta conversación no tuvo nada que ver con Dios, nada que ver con lo que Dios es, y al parecer, nada que ver con lo que él nos quiere enseñar.
Y ¿Qué pasaría si Jesús nos estuviese invitando a vivir y a reclamar lo que a él le pertenece?
Porque creo y sé que todo lo bueno viene de Él, todo momento que nos alegra, todo momento que nos marca positivamente, todo momento que nos insta a ser mejores, todo lo puro viene de Él ¿o no?
¿Existe algo bueno, que edifique, que inspire, que inste a ser mejor, que transforme, que haga que nos emocionemos y que nos recuerde que hay esperanza que no venga de Él?
En los tiempos de las primeras iglesias, nunca se ha leído que los apóstoles instaran a la gente a buscar “las cosas cristianas”.
El apóstol Pablo escribe en su carta a los filipenses lo siguiente:
“Le pido a Dios que ustedes se amen cada vez más, y que todo lo aprendan bien y lo juzguen correctamente, para que sepan cómo elegir lo mejor. Así, cuando Cristo vuelva, estarán sin pecado y nadie podrá acusarlos de nada.”
Aquí hay 2 palabras que son muy especiales.
Primeramente, “Todo”, la palabra en griego es “pás” y significa: cualquiera, cada uno, cosa y manera. O sea, es todo.
Y nuestra segunda palabra es “elegir”, en griego es “dokimázo” y esta quiere decir: probar, poner a prueba, examinar y distinguir.
Entonces al parecer no se trata de ir buscando etiquetas.
No se trata de buscar “las palabras claves”.
Se trata de distinguir, examinar y aprobar.
Más adelante Pablo termina su carta declarando lo siguiente:
“Finalmente, hermanos, piensen en todo lo que es verdadero, en todo lo que merece respeto, en todo lo que es justo y bueno; piensen en todo lo que se reconoce como una virtud, y en todo lo que es agradable y merece ser alabado.”
En todo lo que es...
Otra vez.
Es identificar, conocer y distinguir.
Yo reclamo la hermosa historia de amor de mi abuelita, como una historia que le pertenece a Dios, porque es una historia que es verdadera, que merece respeto, que es justa y que es buena y la reconozco como una virtud, es agradable y merece ser alabada.
Porque esa historia, esa vivencia, me edifico, me levanto y me afirmó.
Por eso la reclamo para Dios, el único Dios.
Porque ¿hay algo bueno que no provenga de Dios?
En otra oportunidad, Pablo se encontraba en Atenas, en uno de los lugares favoritos del pueblo griego, era el lugar para enterarse de las últimas noticias, de los últimos pensamientos filosóficos, de las últimas novedades de la farándula, de las últimas noticias de Hollywood, se llamaba el “Areópago”.
Entonces Pablo llega a Atenas, ve una enorme cantidad de dioses, de hecho, ve una estatua con la insignia: “A un Dios desconocido”, entonces Pablo se toma de eso para comenzar su predicación sobre el Dios que él seguía, y en un punto él les declara lo siguiente:
"'En él vivimos, nos movemos y existimos'“
¿Te sorprendió esa frase? Me imagino que no.
Pero ¿Qué tal si te dijera que Pablo está usando una cita?
Porque Pablo en esa frase esta citando a un filosofo griego llamado Epiménides, y más específicamente de su obra llamada: “Cretica”
Y después Pablo continua diciendo lo siguiente:
“Como dicen sus poetas: 'Porque somos sus descendientes'."
¿Cómo dicen sus poetas? ¿Los poetas de quien? De los griegos.
Pablo una vez más cita a un autor pagano llamado Arato, de hecho, la cita es de su obra llamada “Phaenomena”
Es simplemente hermoso y liberador.
Porque en estos detalles podemos ver que los que hizo Cristo va mas allá de una religión, se trata de reclamar y de conquistar, de apoderarse y usar.
Pero ¿Qué pasa en el caso contrario?
¿Qué pasa cuando en un mensaje encontramos las palabras: redención, salvación, Jesús, Dios, cruz, expiación, perdón, arrepentimiento, evangelio ni bautismo, por no mencionar otras?
¿Significa que es bueno? ¿Es algo automático?
Puede ser una conversación, una predica, una canción, etc.
Puede tener toda etiqueta pero no significa que sea bueno, no significa que sea puro ni tampoco significa que sea justo.
Cuando Pablo le escribe a Timoteo dice lo siguiente:
“Si enseñas estas cosas a los hermanos, serás un buen servidor de Cristo Jesús, nutrido con las verdades de la fe y de la buena enseñanza que paso a paso has seguido.“
La buena enseñanza.
La palabra para buena es kalós.
Es algo agradable, virtuoso, hermoso, mejor, honroso y útil.
Porque esa es la buena enseñanza. No podemos creer que solo por ser aparentemente bueno, o por tener las etiquetas correspondientes eso venga de Dios.
En la carta a los efesios, se escribe lo siguiente:
“Traten de aprender qué es lo que agrada al Señor.“
Otras traducciones dicen: “y comprueben lo que agrada al Señor.“
En el griego, comprobar, es un poner a prueba con la expectativa de aprobarlo.
Es estar constantemente examinando, aprendiendo, discerniendo, separando, probando.
Porque todo lo bueno que hay en este mundo, cada canción, cada poema, cada pintura que es hermosa, que inspira, que ayuda, que edifica, que nos ayuda a entender a Dios, cada momento en el cual nos reímos y disfrutamos sanamente –como diría Pablo- como hijos de la luz, todo eso viene de este gran y amoroso Dios.
Se trata de dejar actuar al Espíritu Santo, se trata de descubrir, de sorprendernos, de reclamar, porque de este Dios es la tierra y todo cuanto hay en ella.
Celebra todo momento que haga saltar tu alma
Vive en la libertad de tomar todo y reclamarlo para Dios.
Porque este Dios es bueno.
Porque este Dios es Justo.
Y todo lo bueno, todo lo puro, lo de buen nombre es de él, por él y -así- para él.
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Muchas gracias por su tiempo, gracias a mi novia por haber leido el adelanto de esta nota, gracias a todos los que comentan y me instan a seguir escribiendo, y gracias a cada persona que me inspira. Por supuesto gracias a Dios por la capacidad que me dio para escribir.
Recuerden, todo lo que escribo es para conversarlo y discutirlo, para meditarlo compartirlo y guardarlo.
Gracias por todo su apoyo y amor .... Que este gran Dios los bendiga y lo guarde en su amor ....
Gracias a Ronald Diaz por esta nota
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Me parece que es mas efectivo el amor cuando no tiene etiquetas pero el producto es tan bueno que toma nombre por si solo. Asi deberia ser nuestro mensaje diario al mundo sobre nuestro amor a Jesus. Muchas veces peleamos por la etiqueta y abaratamos o aun peor, destruimos el producto
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